Se reabre el caso de la muerte de Soledad Donoso 20 años después

Faltaban sólo tres meses para que prescribiera el caso pero el juez ha ordenado que se investiguen pruebas nuevas. Un abogado y un criminólogo han trabajado desinteresadamente para ello, y veinte años después de perder a Soledad Donoso, su familia vuelve a tener esperanza de encontrar al culpable.

Soledad, de 18 años, salió de su domicilio en la plaza de San Pedro para ir a trabajar a una pizzería de la avenida de Barcelona el 28 de septiembre de 1992, a la que nunca llegó. La familia denunció la desaparición, si bien la Policía en un primer momento creyó que se trataba de una ausencia voluntaria. El entorno de los Donoso se movilizó y la Policía Nacional encontró su cuerpo catorce días después en un descampado de la Huerta del Arenal, junto al río Guadalquivir, en proceso de descomposición. Los agentes interrogaron a sus amistades, en especial a un joven que negó conocerla aunque su número de teléfono figuraba en la agenda de Soledad. Fue detenido, pero quedó en libertad ante la falta de pruebas. En la autopsia, el forense concluye que, a consecuencia de la falta de algunas vísceras y el mal estado que presentaban las encontradas, "no es posible determinar la causa de la muerte, violenta o natural".

Carmen Toscano, la madre de Soledad, y su hija María del Mar están muy satisfechas con la reapertura del caso. "Hemos visto la luz después de tanto tiempo". La reapertura conlleva la anulación de la prescripción del crimen. "Se nos abre una oportunidad que debemos aprovechar al máximo y pasaría siete veces por lo mismo, con lo que hemos sufrido, con tal que se resuelva la muerte de mi hermana", destaca María del Mar Donoso.