Las razones de este incremento en la incidencia de estas enfermedades que casi creíamos erradicadas se debe a varios factores. Unos por desconocimiento, otros por convencimiento y la gran mayría de los que no vacunan a sus hijos, por creer que las vacunas son perjudiciales para los niños.

El pediatra Jesús Martínez es un claro defensor de las vacunas. "Son enfermedades que matan. En Europa hay ciertos movimientos que abogan por la no vacunación de los niños para fomentar que creen 'ciertas defensas' ante estas enfermedades.

Por su parte, Pilar Otero es naturópata y madre de dos hijos que vacunó en su día y que asegura que ahora no haría."Creo que se vacuna demasiado pronto a los niños. Hay que fomentar sus propias defensas y con tantas vacunas, evitamos que se desarrollen".

Existe una creencia entre muchas personas de que el aumento de la inmigración podría estar detras del incremento de la incidencia de enfermedades como el sarampión o la rubeola. "Es un discurso fácil y racista. No es cierto que los inmigrantes sean los responsables de ese repunte. De los 1.300 casos que llevamos este año, sólo 30 o 40 están afectando a colectivos inmigrantes", señala el pediatra Jesús Martínez.