Los vecinos del pueblo de Parrillas invirtieron todo su dinero en la cooperativa local. Una entidad que les está haciendo vivir ahora un corralito. Todos los habitantes de la localidad están en pie de guerra para poder conseguir sus ahorros. Cuando se creo la cooperativa en los años 50 su finalidad era ayudar a los ganaderos y agricultores de la zona. Los socios ingresaban su dinero y podían recibir préstamos rápidamente y con menos intereses que en un banco. Con el paso de los años, la cooperativa comenzó a dar préstamos para financiar proyectos que no tenían nada que ver con los trabajos autóctonos de la zona. "El problema viene a raíz de un préstamo en concreto de unos 100 millones de pesetas para montar una actividad que resultó un fracaso", asegura un afectado.

Ahora la entidad tiene en propiedad la gasolinera de Parrillas, posee un bar que arrienda en la plaza del municipio y además diferentes inmuebles de préstamos que ha otorgado. "Tiene en torno a un millón setecientos mil euros en préstamos y los bienes de la cooperativa. A 31 de diciembre deberían tener como aproximadamente 3.500.000 euros", asegura una vecina.

Los vecinos desde hace unos meses se han encontrado que cada vez que van a pedir su dinero les dicen que no hay nada. "He ido a por 20 euros y a por 50 euros para pagar los recibos de la luz y me han dicho que no tienen dinero para dármelo", se lamenta una afectada. La cooperativa se ha quedado sin liquidez y los vecinos, por el momento, sin sus ahorros.