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ALARMAS PRÓTESIS DEFECTUOSAS

“Las PIP me están matando”

Más de 5.000 mujeres afectadas por la rotura de las prótesis defectuosas PIP han sentado a Jean Claude Mas, de 73 años y a cinco de sus directivos. El empresario francés se enfrenta a 5 años de cárcel por delitos de fraude, lesiones y homicidio involuntario.

Un problema que afecta ya a unas 300.000 mujeres en el mundo y su fabricante, Jean-Claude Mas, que está siendo juzgado en Francia por utilizar gel "diez veces más barato al autorizado" continúa manteniendo que no hay riesgo para las mujeres que las llevan, a pesar de que la mayoría de ellas están rotas.

Mas fabricó conscientemente, y por dinero, implantes mamarios con gel destinado a alimentación,  en lugar de hacerlo con un producto homologado. Eso facilitó su rotura y ocasionó infecciones y tumores, según denuncias. En España, la Plataforma de afectadas calcula que 18.000 mujeres se implantaron prótesis PIP

Diana ha sido portadora de prótesis PIP y acaba de ser operada de cáncer de mama. Hace poco más de seis meses que a Diana  Valverde le detectaron  cáncer en uno de sus pechos, Diana era portadora de prótesis PIP.  En las revisiones que se había hecho hasta ese momento  no se había detectado nada anormal.

En  1999  Diana pasa por el quirófano porque tiene quites y ganglios en el pecho que aconsejan su extirpación.  Le ponen implantes PIP que estéticamente quedan implacables. Cuando diez años después acude a revisión,, los cirujanos no le encuentran nada sospechoso.

El año pasado se cayó y a consecuencia del golpe, le estalló una de las prótesis. Al abrir vieron que había un cáncer. Su médico no le ocultó la relación que podría haber entre las prótesis PIP y su enfermedad.

Sandra padecía de obesidad mórbida y con 22 años se operó. Perdió casi 80 kilos y eso le obligó a hacerse una reconstrucción en pechos y brazos. En 2010 , una vez salta la alarma  del riesgo que pueden suponer dichas prótesis, su cirujano las revisa pero no se las cambia.

Pocos meses después aparecen los problemas.  Los pechos de Sandra se llenan de nódulos, de quistes, bultos y  según ella comienza a padecer dolores insoportables que le impiden realizar una vida  relativamente normal.

Empieza a ir de consulta  en consulta y su vida se convierte en una pesadilla. La Seguridad Social no le interviene y  ella carece de dinero para quitárselas.

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