A las dos de la tarde todas las tiendas permanecen cerradas, menos las regentadas por ciudadanos chinos que abren todos los días. Dos individuos armados entran en un establecimiento de comestibles en la calle Aquitania, en el madrileño barrio de San Blas. En su interior, no había clientes  En un momento dado, los atracadores sacan sus pistolas y disparan contra los dueños. La mujer, de 49 años, recibe dos tiros y muere practicamente en el acto. Su marido, de 62 es trasladado al Gregorio Marañón herido de gravedad.

Al tratarse de un barrio muy concurrido hubo numerosos testigos. La Policía les tomo declaración y, 13 días después, detenenía a dos sospechosos. Rafael Gómez y Antonio Durán eran dos toxicómanos con antecedentes y  conocidos por las fuerzas de seguridad. Ambos fueron conducidos a comisaría y tras testificar ante el juez, ingresaron en prisión. En su contra, testimonios contradictorios, dudosas ruedas de reconocimiento y una mancha de sangre perteneciente a Rafael.

Han pasado 33 meses en prisión, hasta el pasado mes de noviembre en que se celebró el jucicio. El juez de la Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado todas las pruebas en su contra y los ha absuelto de todos los cargos. Los hasta ahora presuntos atracadores y asesinos estan libres tras pagar un precio muy alto por algo que no habían hecho. Y mientras, los verdaderos culpables siguen en la calle.