Padre de Pablo Ibar: "Mi hijo todavía no sabe la noticia"

El 24 de junio de 1994 dos encapuchados asesinan en su domicilio de Mira Mar, Florida, al dueño de un club nocturno y a dos de sus bailarinas. Un vídeo que fue suficiente para condenar al español. El Tribunal sentenció que este hombre era Pablo. La mala calidad del video y el hecho de que nunca se realizara un reconocimiento facial del acusado, no sirvieron como argumentos para salvarle. Ninguno de los restos de ADN, huellas dactilares y cabello correspondían a Ibar.

En marzo de 2006 la Corte Suprema confirmaba su sentencia, la pena capital por el triple homicidio, haciendo caso omiso a todas las pruebas que Pablo Ibar aportaba para demostrar su inocencia. Ni su informe de parte sobre el reconocimiento facial de esta imagen que siembra la duda de que se trate de Pablo, ni la declaración jurada de un testigo que afirma que este otro hombre, condenado ya a cadena perpetua, le confesó el crimen, valieron de nada... Hasta ahora.