El empresario atracó una sucursal bancaria como salida a su precaria situación económica. Quería entrar en la cárcel y tener un techo. Pero fue tan amable con los empleados de la sucursal, que sólo cometió una falta y no irá a prisión. Pero, en Espejo Público recibimos la llamada de Mari, la ex pareja de David. Según ella, David es un "trolero y un farsante. Solo quiere dinero para sus vicios. No se puede ir por la vida engañando a las personas".

Parece que la historia de David se desmorona, pues numerosos testimonios califican a este hombre de tener "doble cara". Desde Mari Carmen, una vecina que le acusa de "beberse el dinero de todos sus trabajos", hasta el hombre al que pidió consejo para realizar su atraco, "el chispi", quien ha reconocido que le informó de lo que tenía que hacer para poder entrar en prisión. La realidad es que este hombre es muy conocido en una barriada de Málaga donde la gente no habla especialmente bien de su forma de actuar.