El número de agresiones a profesores en los institutos y colegios españoles ha descendido, aunque han aumentado las amenazas. Una madre de Granada fue condenada a prisión por zarandear a la profesora de su hijo y no es el único caso.

Luis Wulf, profesor de instituto en Granada, nos cuenta su caso. "El padre de un alumno me retuvo en mi despacho, me insultó y me pegó" confiesa la víctima. Asegura que el agresor sabía lo que hacía ya que no le golpeó en la cara.

Los alumnos consideran por su parte que ahora los profesores ya "no pueden decirles nada" ya que pueden haber represalias.

Luis considera que la propia Administración provoca de alguna manera que haya un aprobado general. Se espera que la situación mejore y que no vuelvan a ocurrir estos casos tan desagradables.