Acaba de incorporarse al club de los cuarentones, Jesulín de Ubrique cumple 40 años más tranquilo, reposado y más feliz que nunca. "Mi vida ha sido un frenesí constante. Si echo la vista atrás, creo que hay más cosas positivas que negativas", asegura en Espejo Público. "En mi última década ha llegado la paz y la tranquilidad del guerrero. Mi vida ha dado mucho de sí y espero que lo siga dando. Si volviera a nacer me gustaría ser torero y parecerme a un tal Jesulín de Ubrique", confiesa.

Jesulín reconoce que "toda mi vida no ha sido de color de rosa. No soy rencoroso, pero tampoco olvido", afirma en referencia a los numerosas escándalos en los que se ha visto envuleto de manera consciente o inconsciente. En cuanto a la posibilidad de escribir sus memorias, que es algo que ya se le ha propusto desde varias editoriales, Jesulín reconoce que está dispuesto a escribirlas, pero más adelante. "Quiero esperar al menos una década más, pero cuando yo tenga que escribir mis memorias, va a ser interesante. No me voy a andar con tapujos". Ha reconocido que le han puesto un cheque en blanco para hacerlo, pero considera que todavía no es el momento.

"Quiero a todos mi hijos por igual y eso no tengo por qué demostrárselo a nadie", asegura indignado el torero ante las opiniones de algunos que aseguran que hace distinciones entre sus hijos. Al tiempo que ha vuelto a hacer público su amor por María José Campanario. "Sigo teniendo los mismos sentimientos por mi mujer que el primer día".