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TRABAJAN EN LA FINCA DE MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

Los investigadores buscan una prueba clave en el crimen de la peregrina

La investigación sobre el crimen de la peregrina en Astorga se centra en estos mismos momentos en unos de los detalles más macabros de este crimen. Miguel Ángel Muñoz le habría cortado las manos a Denise. Eso es lo que están buscando ahora mismo en la finca del acusado, pues se trata de una prueba crucial para la investigación.

Miguel Ángel Muñoz pudo dar pistas del paradero de Denise, a los pocos días de desaparecer:"Ésa está ya enterrada". Es el comentario que el presunto asesino pudo decir en una tienda de bicicletas en Astorga, durante una conversación sobre la desaparición de la peregrina.

El diario El Mundo desvela que Miguel Ángel acudió al establecimiento a renovar las llantas de su bicicleta y se unió a los comentarios que hacían los clientes y el dependiente. La noticia acababa de salir y los vecinos de la zona estaban impresionados. La rotunda afirmación de que Denise estaba ya enterrada pasó en ese momento desapercibida, pero hoy cobra vital importancia. Ahora sabemos que decía la verdad. Era su primera confesión. Miguel Ángel ya se había encargado de acabar con la vida de Denise y enterrar su cuerpo a 1 kilómetro de su finca.

Esta libre participación en una conversación espontánea dista mucho de la imagen que tenían de él los vecinos de Castrillo de los Polvazares. Le veían huraño, excéntrico y siniestro. Su padre sigue intentando lavar esa imagen de su hijo aunque él  mismo dice que es agarrado. Es la forma de justificar que Miguel  Ángel tuviera 37.000 euros en efectivo en su finca y desmentir así que pudiera haber robado a más peregrinos.

Dice Juan José que su hijo trabaja desde los 14 años en diversos negocios familiares hasta que hace 3 años, con la crisis y se marcha a vivir del campo cerca del pueblo natal de su madre, a Castrillejo de los polvazares. Los vecinos aseguran que empezó a vender verduras aunque todos sabían que eran robadas

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