María José y María viven en Onteniente. Buscan sus orígenes. Quierens saber de dónde proceden para saber realmente quiénes son. Su familia les ha confesado que las compraron y que para ello se pusieron en contacto con una mediadora. "Esta señora les dijo que tenían que cruzar el estrecho e ir a Melilla. Una vez allí y tras esperar durante más de seis horas en un bar, aparecieron dos señoras conmigo en brazos. Mi madre me dice que me destapó la sábana para verme la cara y todavía tenía restos de sangre. Pagarón 200.000 pesetas. No voy a abandonar a mis padres, pero ellos entienden que tengo que saber cuáles son mis orígenes", afirma María.

Lo curioso del tema es que en este pueblo valenciano su caso se repite hasta 15 veces. Espejo Público localiza a la intermediaria de estos casos. Isabel, que es el nombre de la mujer. María y María José quieren saber si fue ella la que hace 31 años puso en contacto a sus padres con los vendedores. Isabel afirma que los niños se vendían con el consentimiento de las madres biológicas aunque no en todos los casos.

A pesar del origen incierto de los niños, Isabel era solo un engranaje de la trama que, según ella, hacía gratis. Lo cierto es que los padres de María y María José se gastaron mucho dinero en conseguirlas.