"El Rey 2000" es un local que seguramente les suena porque allí se produjo la agresión de José Fernando, el hijo de Ortega Cano. El local de alterne era la sede de una red de prostitución que explotaba a las mujeres y drogaba a los clientes para robarles.

Un prostíbulo de carretera convertido en una cárcel. Durante un año, 15 mujeres, de entre 18 y 30 años, han vivido recluidas en el Club Rey Dos mil 2000. Aquí eran obligadas a ejercer la prostitución. Sufrían abusos sexuales, vejaciones y amenazas.  La policía nacional las ha liberado en este club situado en Castilleja de la Cuesta, muy cerca de Sevilla. La organización, que las captaba en países del Este de Europa con engaños, ha sido desarticulada. Hay seis detenidos, entre ellos este hombre, Antonio Sánchez, el cabecilla de la organización y dueño del local, Además han pasado a disposición judicial encargados, camareros, y la madame que supervisaba a las mujeres. Pero además de prostituirse, las chicas eran obligadas a suministrar droga a los clientes para después robarles.

Les añadían en la bebida escopolamina, una droga narcotizante también llamada burundanga, que provoca somnolencia y pérdida de conocimiento. Una droga que ocultaban en este pequeño frasco de desodorante para no levantar sospechas. Cuando el cliente se descuidaba se le suministraba la escopolamina.

Hasta dos mil euros que conseguían pasando repetidamente la tarjera del cliente por el datafono del prostíbulo, registrando falsas consumiciones o servicios. Para el robo, aprovechaban el efecto de la burundanga, que provoca un estado hipnótico y anula la voluntad de quien la consume.

Según el testimonio de las mujeres liberadas por la Policía, el dinero que se robaba a los clientes iba a parar siempre al propietario del local de alterne.

Hemos hablado con uno de los detenidos en esta operación policial, se trata de José Sánchez, hermano del dueño de El Rey 2000 y camarero del local. Niega la versión policial, según él, todo era legal en el prostíbulo. “Somos responsables del local, pero nosotros no podemos entrar en las habitaciones a registrar lo que tienen las chicas en su equipaje. Nosotros, los que pasamos las tarjetas somos los camareros, y nosotros cuando vemos una cosa que no es normal pues no la pasamos”.

Hablamos con un agente que ha participado en el caso, una operación rápida y con innumerables pruebas “llegamos al convencimiento que había habido clientes que habían sufrido robos por la burundanga”. “Les quitaban las tarjetas y hacían un uso discriminado de la misma”, nos explica el jefe de la operación.

Dentro de El Rey 2000

Con toda naturalidad, el dueño del local mostraba a Espejo público todas y cada una de las estancias de su local hace unas semanas. Hoy, el dueño del Rey 2000 el club de alterne que se hizo famoso por la pelea de José Fernando está entre rejas. Su negocio es, para la policía nacional, el centro de una red que se dicaba a explotar sexualmente a mujeres y drogar a los clientes para robarles. Las chicas eran retenidas en el interior del local y sufrían continuas amenazas y vejaciones. Todo se producía en estas habitaciones a las que accedió Espejo Público.

Y en este lugar, en el bar, donde se captaba a los clientes a los que posteriormente se les iban a extraer importantes cantidades de dinero de sus tarjetas de crédito. Eran los empleados, también detenidos, los encargados de captarles. El dueño nos mostraba hace tan sólo unas semanas las distintas zonas del bar donde había estado José Fernando.

Un hombre que además no tuvo reparos en hablar de su local cuando se produjeron los hechos.

Pero está considerado como el líder de una organización criminal en la que él y cada uno de sus trabajadores tenían una tarea asignada. Una labor para explotar a 15 mujeres que ya han sido liberadas

Hemos hablado con Maribel, una mujer que se dedica a la prostitución, y que puede contarnos su propia experiencia. “Satanás está en este tipo de locales y las más perjudicadas son las chicas que trabajan y son explotadas allí. Hay delincuencia 100%”.