España vuelve a ser un país de emigrantes

La población española ha decrecido en el último año. El balance negativo es de 162.000 personas y esta es una de las causas por la que en España la población descendió el pasado año. La situación contrasta con otros países de nuestro entorno también en crisis. Italia ha tenido un balance positivo de 370.000 personas y Alemania ha recibido casi 400.000.

La situación económica y el índice de paro han provocado que muchos jóvenes busquen fuera su futuro. Cuesta no recordar otras épocas en las que el empleo nos esperaba más allá de los Pirineos. En los años sesenta, emigraron dos millones de españoles pero la salida masiva de trabajadores termino en 1974. Desde entonces, los españoles nos hemos caracterizado en líneas generales por nuestra apego a la tierra.

El Eurobarómetro de 2009 sobre movilidad señalaba que tan solo el 12 por ciento de los españoles estaba dispuesto a trabajar en otro país frente al 51 por ciento de los daneses, el 26 por ciento de británicos o el 25 de franceses. Esta tendencia ha cambiado en tan solo cuatro años. Sin embargo las cifras tampoco son apabullantes. Hay que tener en cuenta que un porcentaje muy elevado de los emigrantes españoles no son autóctonos, si no inmigrantes que obtuvieron la nacionalidad española y que ahora vuelven a hacer las maletas. Los últimos datos indican que el número de españoles, nacidos en España, que reside en el extranjero ha aumentado en 40.000 personas desde 2009 y otro dato a tener en cuenta es que el 91 por ciento de estos jóvenes tienen estudios universitarios, la mayoría ingenieros.

Independientemente de que se trate de españoles de origen o de nacionalizados, 1.900.000 compatriotas viven fuera de España. El número de extranjeros residentes en nuestro país es más del triple 6.450.000 personas.