A pesar de las pruebas en contra, el doctor Gurrea ha visitado de nuevo el plató de Espejo Público para defender su postura sobre los niños robados. Sigue manteniendo su versión de que esta trama no existía y, argumenta para ello que se trataba de "madres soltera y con dificultades" que no se podían hacer cargo de los bebés y los daban en adopción. El doctor asegura que "en todo caso podíamos hablar de algunas adopciones irregulares, pero nunca de robo de bebés, porque esas madres los daban en adopción voluntariamente".

Por su parte, Josefina Hernández, puericultora de la clínica Santa Cristina en la época en la que allí trabajaba Sor María, ha asegurado vía telefónica que "Sor María era una bella persona que jamás se enriqueció con esta actividad. Solo pedía la voluntad", ha dicho. Ni que decir tiene que las madres que han denunciado el caso del robo de sus hijos, se han mostrado indignadas ante tal postura y siguen acusando al doctor de "tener intereses en esconder a alguien".