Desvelamos cómo funciona el mercado ilegal de armas

Lo primero que hacen nuestros reporteros es rastrear por internet. En foros y páginas especializadas en armamento pueden encontrarse hilos de los que tirar. Tras varias llamadas infructuosas, encuentran a alguien que conoce a alguien que tiene armas en su casa. Se ofrece a ponernos en contacto con una persona que consigue "cosas".
Una vez asegurado el contacto, éste nos envía un mensaje con una dirección y la descripción física de la persona que va a actuar como intermediario en la venta del arma ilegal.

Acudimos al lugar del encuentro, un bar del centro de Madrid. Allí ya nos espera el intermediario. Se trata de un hombre de entre 30 y 35 años con un marcado acento sudamericano. No se anda por las ramas. Va directo al negocio. No le interesan los motivos, solo la venta. Después de escuchar lo que buscamos nos ofrece algo y cerramos el precio de un "arma sucia", las más baratas. "Yo te pondría 900 euros. Los precios están así, hay mucho mercado ahora", nos dice el intermediario que nos pide un adelanto para saber que vamos en serio.

En solo un día y medio de búsqueda hemos conseguido que nos vendan un revolver. Lo cierto es que asusta la facilidad y rapidez con la que lograr hacerse con un arma de fuego.