10 de junio de 2003. Han pasado 15 días desde que la suma de diputados PSOE IU arrebatese la mayoría al PP. Rafael Simancas ya se ve como nuevo presidente de la Comunidad de Madrid. Incluso ha adelantado algunas propuestas de Gobierno, entre ellas destituir a Miguel Blesa de la presidencia de Caja Madrid. Está a punto de constiruirse la mesa de la Asamblea de Madrid con la elección de José Cabaco del PSOE como Presidente del Parlamento y Fernando Marín de IU como segunda autoridad.

Pero algo falla, nervios en la bancada socialista, suenan móviles. Faltan dos consejeros, ¿dónde se han metido Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez?. Parece que se han quedado encerrados en el ascensor. Pasan los minutos, no aparecen. Simancas pide paciencia a Aguirre para que espere unos minutos y habla con Gallardón. Su cara se va decomponiendo, se aferra al teléfono. A estas alturas Simancas ya conoce la noticia. Tamayo y Sáez no aparecerán. La traición al PSOE está consumada. Al otro lado del hemiciclo Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirere mantienen su gesto serio. Hay quien dice que hacía días que sabía que algo iba a pasar.

Contra todo pronóstico, Concepción Dancausa es nombrada presidenta de la Asamablea de Madrid. Ahí empieza todo. como en una especie de efecto dominó. La perturbación buscada era impedir a los socialistas recuperar el Gobierno de la Comunidad madrileña, pero el efecto no se limitó arruinar la carrera política de Simancas, resultó también determinante en la trayectoria de Esperanza Aguirre y de Alberto Ruiz-Gallardón.

Los dos tránsfugas, lejos de desaparecer para siempre, recogieron sus actas de diputados y se pasan al grupo mixto, lo que da al traste con el pacto PSOE IU. Rafael Simancas se niega entonces a ser presidente con el voto de los dos traidores. Son necesarias una nuevas elecciones que se celebran el 26 de octubre de 2003, son las segundas en seis meses. Esta vez, Aguirre se hace con la mayoría absoluta. El PP recupera el gobierno de la comunidad 12 años más.

Han pasado 12 años de una de las jornadas más escandalosas que se recuerdan de la política española. Actualmente Tamayo se decica a negocios inmobiliarios en Guinea Ecuatorial y Teresa Sáez se reincorporó a su plaza de administrativa en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.