Condenado a más de 20 años de prisión por asesinar a su propia hermana

A sangre fría, de forma sorpresiva y sin darle posibilidad alguna de defensa. El jurado popular considera probado que Ramón asesinó a su hermana Rocío, con quien había discutido la noche anterior al crimen. La mató aprovechando que sus padres se habían ido y que ambos estaban solos en el chalet familiar en Alfaz del Pi.

Aquella trágica mañana Ramón se despertó sobre las 9 y se dirigió a la habitación de sus padres. Allí cogió la escopeta de caza del padre, la montó y la cargó con los cartuchos que encontró en la mesita de noche. Acto seguido, se dirigió a la habitación donde dormía su hermana totalmente indefensa, y si más dilación, le efectuó dos disparos que impactaron en la cabeza. El jurado no se ha creído la versión del joven que aseguraba que todo había sido un accidente y que solo quería darle un susto a su hermana.

Tras matar a su hermana, el joven no solo ocultó el crimen sino que se encargó de elaborar una coartada. Revolvió la casa para simular un robo y envolvió la escopeta en una toalla para luego esconderla en un descampado. Tras deshacerse del arma, se dirigió al bar de su padre para felicitarle porque ese mismo dia era su cumpleaños. Se fue al gimnanio, llamó compulsivamente a varios amigos para que le ubicaran en Benidorm e incluso se fue a ver al novio de su hermana muerta. Nada de esto le ha servido para persuadir al jurado de que disparara a su hermana de forma accidental.