¿Cómo nos afecta la reforma laboral?

Contrato de 33 días: Quien firme un contrato estos días, firmará una indeminzación máxima por despido de 33 días por año trabajado,  con un tope de 24 mensualidades. Antes esa indemnización era de 45 días y 42 mensualidades. Es decir, alguien con un sueldo mensual de por ejemplo 1.600 euros, en un hipotético finiquito con la nueva norma dejaría de cobrar alrededor de 600 euros por cada año trabajado.

Pero tampoco escapan a los cambios los trabajadores con contrato en vigor. A partir de este momento, el finiquito que vayan acumulando ya no será de 45 sino de 33 días. O sea, una indemnización en dos tramos.

Los despidos: La novedad radica en que el empresario podrá alegar despido objetivo cuando caigan las ventas o ingresos durante 9 meses seguidos. La indemnización será entonces de 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades. Esos 9 meses de perdidas o previsión de ellas también serán la condición mínima para que una empresa pueda realizar despidos masivos. Presentar un ERE ya no requerirá de autorización administrativa. Y de ellos no se librarán ni los representantes sindicales.

La flexibilidad interna en empresas con dificultades es otro de los pilares de la reforma. A partir de ahora, los empresarios podrán cambiar salarios, horarios y taréas de sus trabajadores cuando existan probadas razones de "productividad". Hasta ahora cuando un convenio concluía aparecía la ultra actividad, es decir, permanecía vigente hasta que se negociaba un nuevo acuerdo. La reforma limita esa vigencia a dos años. Aumenta, pues, el margen para que los empresarios no apliquen un convenio de ámbito superior y negocien directamente con los trabajadores.

En las Pymes se amplia el periodo de prácticas de 6 meses a un año. Tácitamente durante 12 meses el despido es libre. El apoyo al empleo juvenil se concreta en un contrato indefinido para emprendedores. En empresas con menos de 50 empleados, se bonifica con 3.000 euros la contratación de menores de 30 años. Ellos podrán trabajar y además seguir cobrando el 25 por ciento del paro o capitalizarlo para abrir su negocio. En los parados de larga duración, se bonificará al empresario con 4.500 euros. Una reforma laboral que además prohibe encadenar contratos temporales durante más de dos años, una de las grandes reivindicaciones de los sindicatos.