Juana Ortega, la madre de Antonio Meño está "indignada" por el trato recibido de  las aseguradoras que se niegan a pagarle la indemnización de 1.650.000 euros que pedían. "Estoy encontrando muchas y grandes piedras en mi camino. No me dejan avanzar. Han destrozado -y cada día lo vivo peor- la vida de mi hijo y la mía. Tengo 66 años y nos han destrozado la vida, pero viviré otros diez o doce años mas para llevar adelante mi lucha para que se haga justicia", sentencia.

Dentro de unos días la familia Meño volverá a reunirse con los demandados y si no logran un acuerdo, Juana asegura que podría volver a acampar a las puertas de la clínica donde se produjo la operación de Antonio. "Pienso seguir adelante y llegaré hasta el final", dice.

El 3 de julio de 1989 la vida de Antonio Meño y su familia cambiaba para siempre. Entraba en quirófano para una sencilla operación de nariz y salía en coma vigil. Casi 22 años y numerosos procesos judiciales después, el caso volvía a reabrirse el pasado mes de diciembre.