Un mes después del entierro de Irene Cortes, Farid ha regresado a España. Asegura tener miedo de las consecuencias que puedan derivarse de las acusaciones de la familia de su mujer. "No me cabe en la cabeza que la familia de mi mujer me considere su asesino", confiesa.

En Colombia nadie le ha acusado del crimen. Hay dos personas detenidas que han confesado el asesinato. "Me tocó el fiscal más fuerte de todo Barranquilla y no me acusó de nada", se defiende Farid.

Sin embargo, la tranquilidad no parece asentarse en el seno de la familia de Irene Cortés que sigue insistiendo en las dudas sobre la actuación de Farid en Colombia cuando estuvo con su hija. "No me fio de él. Se ha portado muy mal conmigo. Le daba mala vida a mi hija", exclama María , la madre de Irene.