Una buena idea empresarial no es siempre un sinónimo de éxito

Son los llamados 'a sacar al país de la crisis', la cara alegre de las dificultades por las que pasa el país. Sin embargo, puede que se esté creando una imagen idílica del panorama emprendedor en España cuando la realidad no dice lo mismo.

Es el caso de Juan Corberá, con 38 años y abogado de formación, que decidió montar una página web de buscador de talleres de coches, 'Altaller.es', la que sería su quinta empresa. Una idea para la que invirtió 20.000 € y la que hizo que perdiera todos sus ahorros. Aún así, este emprendedor volvería a invertir en un nuevo proyecto aunque reconoce que con más tranquilidad y conocimiento en el negocio.

"Inviertes e inviertes hasta que tienes que cerrar", así evalúa la causa por la que Javier Echaleku, otro emprendedor que pasó de ganar cuatro millones de euros con una cadena de zapaterías hasta llegar a la mismísima ruina. Tras no tener un euro en el bolsillo y tres años de calma, ha vuelto a la cima del mercado con su nueva empresa, Kuombo, una consultoría de empresas que cuenta con 20 trabajadores.

Por último, Manuel Rodríguez, estudiante de historia del arte, y amante de los caballos decidió guiar su vida por esta última opción y montar una empresa de entretenimiento de caballos junto con su socio. "Al principio hay que perder un poco de dinero para luego ganar", el proceso de lo que Manuel ha calificado como 'generación perdida'. Éste, a día de hoy cuenta con su negocio para únicamente tapar agujeros. Los bancos en estos casos desaparecen y son los propios ahorros los que van destinados a la inversión del negocio.