El barrio ceutí de El Príncipe, un foco de islamismo radical

En la barriada del Príncipe Alfonso en Ceuta viven unas 12.000 personas. El paro alcanza el 65 por ciento y el índice de abandono escolar es muy elevado. Muchos aseguran que se trata del barrio más peligroso de nuestro país. El Príncipe hace frontera con Marruecos, el mayor productor de hachís del mundo. El barrio es terreno abonado para los narcos, pero también para los que trafican con seres humanos, con armas, para los extorsionadores y desde hace unos años las celulas islamistas.

Es un barrio musulmán, desconocido para el resto de los ceutíes en la que solo vive una pareja de cristianos vive en El Príncipe. La inmensa mayoría de sus vecinos son gente pacífica, pero la vida de El Príncipe se enturbia con las luchas de poder entre mafias. Tiroteos, asesinatos, secuestros, etc,  todo en un barrio en el que solo hay una estrecha calle por la que puedan circular coches, el resto es una maraña de callejones y pasadizos sin nigún orden, una kashba por la que hay que caminar con un guía que nos evite perdernos y caer en añlgún  lugar no deseado.

En muchas ocasiones, grupos de vecinos cortan el paso de los agentes o los apedrean. La policía tiene que acudir por sorpresa, cuando una patrulla practica una detención, debe pedir refuerzos para poder abandonar el barrio. Son las dificultades de imponer el oden en un lugar donde imperan otras leyes, la del más fuerte y la del silencio.

El tráfico de hachís y el paro son dos de los problemas del Príncipe. Pero lo más preocupa a la policía es la conexión de algunos vecinos con el islamismo radical. En el Príncipe han sido captados algunos terroristas que más tarde se inmolaron asesinando a decenas de personas. La policía ha realizado varias operaciones policiales en este barrio y detenido a decenas de sospechosos de terrorismo islámico. Quizá sea la amenza potencialmente más peligrosa del Príncipe. Los reclutadores nutren sus filas entre los jóvenes del barrio.