Pero el fenómeno, lejos de decrecer, aumenta y se renueva. Muchos ya no se conformar con un muro abandonado, con un tren de Cercanías, o un vagón de Metro. Hay quien ya se atreve hasta con vehiculos policiales.

Gorka tiene 24 años. Es del madrileño barrio de Aluche y lleva pintando desde los 15 años. Idriss (no nos dice su nombre) tiene 22, estudia Ilustración y empezó a pintar a los 13 años. Sus primeras pintadas eran 'tags' (firmas). Por su parte, Víctor, de 25 años es de la localidad madrileña de Collado Villalba, aunque ahora vive ahora en Mallorca. Sólo pinta con permisos y por dinero. Estudia psicología y tiene un grupo de música.

Todos están de acuerdo en que se les ha criminalizado sin motivo, "a mi la Policía me ha detenido cuando trabajaba a las órdenes del ayuntamiento", asegura Víctor. "Todos tenemos un código que respetamos. No nos consideramos como una lacra para la sociedad, ya que lo que nosotros hacemos es arte", asegura Idriss. Por su parte, Gorka va más allá, "si Velázquez viviera en la actualidad, posíblemente sería grafitero".

Así son y así pinesan los grafiteros. ¿Tu qué opinas?