Esther era una chica completamente normal, con una vida feliz, pero con 17 años, un accidente de coche lo cambió todo. Comenzó una nueva vida llena de momentos difíciles, sus días se dividen en malos y muy malos, no deja de luchar y de probar todo tipo de terapias. Lo más duro es enfrentarse a la incomprensión de la gente.