Super Falete

Publicidad

PROGRAMA 4 - CASADOS A PRIMERA VISTA CON 'SUPER FALETE'

El cuarto programa de 'Casados a primera vista' por Super Falete

@SuperFalete se ha puesto la capa elegante para comentar, cada martes, el programa de 'Casados a primera vista'.

Hoy me invade el pesimismo. Creo que hemos sido demasiado ambiciosos queriendo ver triunfar a alguna pareja y ya es hora de rebajar nuestras expectativas. Es hora  de ser  realistas y buscar objetivos posibles. Partido a partido, que diría Simeone.  Olvidémonos de consumaciones y centrémonos en que nadie acabe herido.

Los informáticos que realizaron el programa que determina la compatibilidad supongo que estarán escondidos en alguna parte. A ellos les quiero decir algo: no pongáis esto en el currículum o tendréis que dedicaros a otra cosa. Porque, por vuestra culpa, Laurent y Toñi están en Estambul y él quiere ver mezquitas y museos y ella solo centros comerciales. Por vuestra culpa, Laurent va a tener serios problemas de columna, porque se pasa los días cargando con una mullida alfombra y las noches durmiendo en un sofá.

La segunda bronca va dirigida a los que decidieron enviar a Salva y Gloria a Roma. Hay que tener mala leche, con la de sitios para visitar hay en el planeta. Gloria pasó la luna de miel de su anterior matrimonio en Roma y, como no quería caldo, le han dado otra taza. Ella no deja de repetir eso de “No eres tú, soy yo”. Y es verdad: es ella. La vimos más distendida después de ingerir alcohol, lo que me hace preguntarme si los datos para establecer la compatibilidad de Gloria los recogieron durante la despedida de soltera de alguna amiga.

Enrique y Vero lo están pasando bien. Creo que ambos son de los que piensan “Aquí hemos venido a jugar”. Además, no descartan que su relación salga adelante. Claro, que también creen que Samuel L. Jackson se pasea por Los Ángeles vestido de Jules Winnfield para hacerse fotos con la gente. En fin, que todo iba medianamente bien hasta que Enrique ha querido intimar más y Vero le ha dicho que no corra tanto, que solo están casados.

Mientras tanto, en Tulum, Laura y Mariano confirman el fracaso de la aplicación que seleccionaba parejas. Ella prefiere al guía turístico, o a un orco, o al Gollum antes que a Mariano. Ya no quieren compartir vehículo, comen en mesas separadas y solo piensan en divorciarse. Ellos sí que se han convertido en el matrimonio tipo.

Publicidad