“Ya que estamos en este hotel y nos hemos casado, vamos a la cama y lo que surja”

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@SuperFalete comenta el segundo programa | Casados a primera vista

“Ya que estamos en este hotel y nos hemos casado, vamos a la cama y lo que surja”

Segundo programa y ya observamos un cambio fundamental con respecto a la anterior edición: estos son de los que consuman el matrimonio. Hay que ver lo que han cambiado las costumbres españolas en solo unos meses. “Ya que estamos en este hotel y nos hemos casado, vamos a la cama y lo que surja”, supongo que pensarán. Y surge porque hay mucha necesidad. Por @SuperFalete

"Sabrina se preguntará con razón si la lengua o las cuerdas vocales de su suegra se pueden operar también"

Después de la experiencia sexual, Mónica piensa que Pedro no es “nada memorable” en la cama, aunque Pedro le pone a ella una buena nota. Llega a decir que le ha sorprendido agradablemente “la química física”. Y la literatura contemporánea y las ciencias sociales también, Pedro. Por cierto, ¿dónde está la cubano-norteamericana? La echamos de menos.

Mientras tanto, Sabrina seduce a Jonathan con una potente lencería en rojo y negro que contrasta con la camiseta amarilla de él. Los hombres somos así de básicos: nos ponen una mujer con un picardías delante y al día siguiente que nos pregunten si ella tenía nariz o era la prima de Voldemort, que no lo sabemos. Y es que el tema nasal no lo controla Jonathan, sino su madre, partidaria de que se opere la tocha “como otras se operan las tetas”. Sabrina se preguntará con razón si la lengua o las cuerdas vocales de su suegra se pueden operar también. Eliminar, para ser exactos.

La realidad continúa y no nos podemos detener solo en estas parejas cuando aparecen otras, como la formada por José Ramón y Alberto. A uno no le gusta el pelo del otro, lo que se arregla cortando, y al otro no le gustan las orejas del uno, lo que se arregla cosiendo y puede que cortando también. Aunque al final parece que se atraen, después de un inicio caótico en el que se ha reproducido un diálogo que ya aparecía en el Don Juan de Zorrilla:

- ¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla...

- Juan, ¿te he dicho ya que tengo un bulldog francés?

- Pues te depilas y listo.

Y, finalmente, tenemos a Andrea y Bernardo. Ella dice que no ha tenido nunca mucha suerte en el amor, pero luego lo hemos comprendido: es normal que el amor salga corriendo. También es cierto que debe ser duro que en la primera charla con su ya marido, este le diga que comparte piso con una ex. Esto y pasar la luna de miel en el hotel de El resplandor es el sueño de cualquiera.

A Andrea la han cantado que es una sosa, que no es lo peor que he visto en una boda. Hace años estuve en una en la que se lanzaron los anillos y ambas familias tuvieron una reyerta durante el banquete. Es, con diferencia, la mejor boda a la que me han invitado. Qué risas hasta que tuve que defenderme usando un extintor y me manché un traje precioso de color negro…

Que me pierdo. Resulta que Andrea se ha estrenado haciéndole la cobra a Bernardo, quien se mostraba apesadumbrado. Y ella ha intentado dulcificarlo: “por mi parte feeling no tenemos", frase que me apunto por si algún día tengo que decirle a alguien que no le tocaría ni con un palo. También ha dicho que no le entiende cuando habla. ¿Es Bernardo el nuevo Laurent? ¿Preparará unas “caguillegas” con los hurones de Andrea? Estaremos atentos.

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