'Los problemas crecen', la serie maldita

Alan Thicke, el actor que interpretó al patriarca de la familia protagonista de 'Los problemas crecen', falleció el pasado mes de diciembre a los 69 años por un ataque al corazón mientras jugaba al hockey con uno de sus hijos.

La serie de los años 80 fue un éxito de audiencias mundial que lanzó al estrellato a todo el reparto. La muerte de Thicke ha traído de nuevo a la actualidad la ficción, que parece haber condenado a una maldición a quienes participaron en ella.

El actor Kirk Cameron, que interpretaba al hijo mayor de los Seaver, se convirtió en un reverendo de la rama evangélica de los cristianos renacidos un año antes de que se acabara la serie. Se casó con la actriz que interpretaba a su novia en la ficción, Chelsea Noble, con la que tiene seis hijos. Sólo protagoniza películas de temática religiosa y se ha radicalizado en sus declaraciones públicas, como la que hizo a la cadena CNN: "La homosexualidad es antinatural, perjudicial y destruye principios de la civilización".

Tracey Gold, que interpretaba a Carol, tuvo que abandonar la sitcom por sus problemas de anorexia. Eran habituales las chanzas sobre la gordura de Carol en los guiones, lo que agudizó el problema de la actriz. Ahora está completamente recuperada y ha enfocado su carrera a los telefilms.

El pequeño de la familia protagonista de 'Los problemas crecen', Jeremy Miller, se convirtió en un alcohólico."Empecé a beber con 4 años y me emborraché por primera vez con 12", le confesó a Oprah Winfrey.

Joanna Kerns, la actriz que interpretaba a la madre de la familia, y Leonardo DiCaprio, que participó como el chico al que los Seaver adoptaban en las últimas temporadas, se han "librado" de esta maldición.