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TRAS SER DADA DE ALTA

Teresa Romero, al fin en su casa de Becerreá para descansar

La auxiliar de enfermería Teresa Romero ha llegado a la vivienda de su madre, Jesusa Ramos, en compañía de su marido, Javier Limón, que ha pedido privacidad a los numerosos medios que allí esperaban para que pueda seguir su recuperación una vez superado el ébola.

Después de un mes en una situación comprometida, entre la vida y la muerte, Teresa Romero, la auxiliar de enfermería oriunda de Becerreá que venció el ébola, descansa ya en su pueblo de la montaña de Lugo, donde fue recibida por una gran nube de cámaras de televisión, fotógrafos y reporteros. A la humilde vivienda en la que reside su madre, Jesusa Ramos, ha accedido por la puerta de atrás, acompañada por su marido, Javier Limón, quien ha insistido en el aviso de que ella necesita descansar tras recibir el alta y haber comparecido públicamente en Madrid para explicar cómo se encuentra.

Las unidades móviles han estado instaladas, desde que se conoció este contagio, frente al domicilio de la madre de Teresa Romero, una persona mayor que se vio sobrepasada la situación, lejos de su hija enferma y sin saber apenas qué contestar sobre el estado de Tere, diminutivo por el que es conocida entre sus familiares y amigos. La septuagenaria Jesusa Ramos, no obstante, se ha mostrado feliz, "muy alegre", puesto que en su interior siente como si le hubiese tocado el premio gordo de la Lotería Nacional.

Tras comprar pan y empanada, y expresar su deseo de preparar un buen cocido para su hija, ha compartido su preocupación por la humedad que hay en Galicia y por el hecho de que pueda afectarle, aunque se ha consolado con el pensamiento de que este mal se remedia rápidamente con ropa de abrigo.

Carmen Rellán, una prima de Teresa Romero que ha visitado constantemente a Jesusa Ramos desde el día en el que se decretó el ingreso en el hospital Carlos III de la profesional sanitaria, ha mostrado su dicha por ver a su tía, que solía hacer declaraciones esporádicas desde una de las ventanas de su vivienda, de nuevo en calma. "Estamos pletóricos, contentísimos", ha señalado, y ha contado que todos sufrieron lo indecible en este calvario contra el ébola, sobre todo mientras las comunicaciones no se tiñeron de un tono más optimista.

"Mi tía está mejor. Sabe que la hija está bien", ha comentado Carmen Rellán, y ha declarado lo feliz que está por este desenlace, y por la llegada del emotivo abrazo tan esperado entre madre e hija. En la mente de Carmen Rellán está la duda de si su prima estará o no para fiestas, y por ello han sido precavidos, puesto que o hay un gran recibimiento ahora o con el tiempo, cuando esté un poco mejor, y "pueda compartir" su felicidad con todos los parientes, puesto que en Galicia "tiene Tere a muchos tíos y primos".

Con cautela también ha reaccionado el alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, que solamente si su vecina más conocida quiere, iniciará los trámites para hacerla hija adoptiva de este municipio lucense. "La propuesta sigue ahí" y pendiente de su beneplácito, ha dicho, y ha remarcado que esta mujer se merece tal distinción por su valentía, su coraje y su solidaridad, demostrada al presentarse voluntaria para cuidar a los enfermos de ébola repatriados por el Gobierno de España. Teresa Romero ha luchado a brazo partido contra su enfermedad y ha vencido.

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