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LES CUESTA TIEMPO SUPERAR EL SUFRIMIENTO DEL ENCIERRO

Las secuelas de los niños secuestrados

A los niños secuestrados les cuesta tiempo superar el gran sufrimiento que se ha grabado en su interior. Pero para ello cuentan con la resiliencia: una especial condición de la mente infantil para enfrentarse y superar esos duros momentos que les tocó vivir.

En las últimas horas veíamos la imagen de un niño de ocho años con su madre después de ser liberado de un secuestro con el que obligaban a la mujer a prostituirse.

Como este niño de origen rumano, otros menores también han sufrido encierros forzados. La mayoría de las veces son utilizados como venganza o extorsión a sus padres.

Otro niño en esta misma situación fue liberado por los Mossos d'Esquadra en 2012. Cuando le encontraron estaba desorientado y había sido drogado.

El reencuentro con su madre supone el regreso a la seguridad, pero les costará tiempo superar el gran sufrimiento que se ha grabado en su interior.

En 2004, un niño de origen chino fue ocultado en el reducido hueco de una depuradora durante días. Éstas y otras circunstancias especiales aumentan la angustia de la experiencia y complican su recuperación.

También amenazas como las que sufrió Jianz Hizao en 2009 cuando sus secuestradores le obligaron a exigir a sus padres que pagaran por su liberación. Melodie Nakachian fue una de las primeras niñas en ser secuestradas, en 1987.

Pero todos tienen algo a su favor: es la resiliencia: una especial condición de la mente infantil para enfrentarse y resistir esos momentos amargos que les ha tocado vivir.

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