La interrupción de la circulación de los trenes AVE de Cataluña entre las estaciones de Camp de Tarragona y Figueres (Girona) ha afectado a un total de 40 trenes y 13.000 personas, según datos de Renfe. Más allá de la cifra, sobre el terreno lo que se ha percibido es el malestar de los damnificados, incluso después de que empezará a normalizarse el servicio y se haya restablecido el trayecto. De hecho, se han registrado largas colas frente a los mostradores de atención al cliente de la Estación de Sants.
Algunos han sufrido un retraso que les ha impedido ser puntuales en sus trabajos, otros han tenido que completar su viaje en autocar o adaptarse a las alternativas que ha ofrecido Renfe, que asegura que se ha atendido primero los casos más urgentes, como pasajeros que debían coger un avión.
Una pasajera que viajaba a a Pamplona en un Alvia y que salió de Barcelona a las 7:30 horas ha explicado que ya les habían notificado "que había algún retraso". "Después han venido a informarnos de que habían robado unos cables de cobre y que no tenían previsión de cuándo iba a volver a funcionar", ha añadido.
Otra afectada ha contado que en la estación estaba "toda la explanada llena de gente" y que se enteró de lo que pasaba tras hacer una larga cola. "La información era nula. Estamos un poco indignados porque cojo el AVE cada mez y nuna me había pasado esto", ha asegurado.
¿Se les devolverá el coste del billete?
Los usuarios tendrán tres meses para reclamar al servicio de posventa de Renfe, pero la devolución del importe del billete solo está garantizada para los viajeros que cancelen su billete antes de iniciar el trayecto. Renfe no garantiza el retorno del importe cuando la afectación se produce por causas ajenas a la compañía, ha confirmado un portavoz.
