Mujeres de San Fermin contra la violación femenina

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MÁS DE UN MILLAR SON VIOLADAS AL AÑO

Se produce una violación a una mujer cada ocho horas en España

Más de un millar de mujeres son violadas por hombres en España cada año. En 2015, se produjeron al menos 1.127 violaciones, según los datos del Ministerio del Interior.

Más de un millar de mujeres son violadas cada año en España desde al menos 2009, cuando el Ministerio del Interior comenzó a desglosar la estadística de agresiones sexuales para acomodarse al criterio de la Unión Europea, una fecha desde la que se han registrado más de 8.200 agresiones sexuales con penetración, tres al día, una cada ocho horas.

Los datos oficiales indican que en 2009 se registraron 1.304 violaciones, en 2010 fueron 1.177 y en en 2011 ascendieron a 1.513, la cifra más elevada de la serie estadística. Un año después se contaron 1.280 agresiones sexuales con penetración, que fueron 1.298 en 2013 y un total de 1.239 en el año 2014. El año pasado, en 2015, se computaron al menos 1.127, según las cifras que proporcionó el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, durante la presentación del balance de criminalidad el pasado mes de febrero.

En aquella comparecencia reconoció que este fenómeno "requiere un protocolo específico" y afirmó que su Departamento estaba "trabajando en ese ámbito". Sin embargo, más allá de los protocolos sanitarios de actuación ante agresiones sexuales, no existen mapas de recursos o campañas nacionales como sí se han puesto en marcha para formas de violencia como la Mutilación Genital Femenina o la Trata de Seres Humanos.

Para la presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del CGPJ, María Angeles Carmona, "un tratamiento integral de este problema con especialización de los operadores e intervención coordinada de todas las instituciones, incluidas las judiciales, policiales, sanitarias, educativas y de medios de comunicación resulta necesario para evitar casos como los de este fin de semana". "En esa línea debemos trabajar", ha dicho. En su opinión, si bien las agresiones sexuales no entran en la Ley Integral como violencia de género, es cuestión de tiempo porque el concepto "está en expansión", pero "aún queda mucho por hacer en este ámbito".

"La única forma de erradicar este tipo de agresiones es insistir en escuelas, colegios, en la población preadolescente. Es seguir luchando por la igualdad, porque desde el momento en que te convierten en una cosa pueden hacer contigo lo que quieran. Y se nos sigue cosificando. Creo, de hecho, que hemos dado un paso atrás porque en los setenta e incluso a principios de los ochenta remitieron este tipo de delitos y están repuntando por esta cultura de la mujer objeto", afirma.

En la misma línea, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, llama a la educación de los jóvenes porque "hasta ahora, en lugar de reivindicar y demandar socialmente que sean educados en que deben respetar a sus compañeras, en que no deben violar, se ha hecho lo contrario, enseñar a las chicas a defenderse, a que no vayan por determinados lugares a determinadas horas y en definitiva, a limitar su libertad y su movimiento para que los hombres campen a sus anchas y abusen de las que se encuentren".

"Hasta ahora el patrón es ese y es una violencia completamente invisible. El problema es que está medida con el patrón patriarcal. Es una forma más de violencia de género que cosifica directamente a las mujeres. No se las considera iguales, sino en una posición subordinada en su comportamiento sexual. Se abusa esa faceta y se niega la sexualidad a las mujeres, que están para favorecer las apetencias de los hombres con patrones masculinos", explica la experta.

En su opinión, "lo que ha pasado en Pamplona es que es tan grave lo que se ha ido produciendo año tras año y tan evidente que lo que se hacía era agredir a las mujeres aún en un ambiente festivo, que se ha puesto sobre la mesa que es intolerable y no puede permitirse" destapando toda una reacción social contra una violencia "que permanece invisibilizada". "La solución pasa por la educación, por enseñar a los jóvenes que no es que los hombres tengan un deseo irrefrenable que no pueden remediar, sino que tienen que respetar la libertad de las mujeres y que cuando una mujer dice no, es un no, ni un tal vez ni un quizá. Un no. La solución no es educarnos a nosotras en que a determinadas horas hay que coger un taxi. Es enseñar a los jóvenes que no deben violar", afirma.

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