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EN ALICANTE

Piden prisión para un guardia civil que entró en casa de una compañera con la que estaba obsesionado y vertió insecticida en la comida

El acusado ha reconocido que entró varias veces en casa de su compañera y que robó documentos, ropa interior y otros objetos personales de la mujer. En un registro en su casa se encontró además una nota en la que decía "llegó el momento, ella parece inmensamente feliz, me corroe la envidia".

La Fiscalía pide 36 años de prisión para un guardia civil acusado de matar con veneno a una compañera con la que estaba obsesionado.

El acusado, que intentó matarla a ella, a su marido y a su hijo de tres años, ha reconocido que entró varias veces en casa de su compañera y que le echó insecticida en la comida, aunque según él, solo pretendía causar discusiones entre ella y su marido.

Además ha reconocido que le gustaba su compañera y que le había robado varios objetos personales que aparecieron en un registro posterior en su vivienda junto a una nota en la que decía "llegó el momento, ella parece inmensamente feliz, me corroe la envidia".

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), los hechos sucedieron en junio del pasado año en la casa cuartel de Villajoyosa (Alicante), donde residían tanto el acusado, que tiene el grado de brigada y se encuentra en prisión provisional desde su detención, como las víctimas.

La Fiscalía pide provisionalmente para el procesado penas que suman 30 años de cárcel por tres delitos de homicidio en grado de tentativa, un delito continuado de allanamiento de morada y otro contra la intimidad.

El brigada, que había sido superior de la mujer y tenía las llaves de la vivienda de su casa, se coló en diversas ocasiones en ella para apropiarse de documentos, ropa interior y otros objetos personales de la guardia.

En algunas de esas incursiones, que se prolongaron varios meses, vertió insecticida en la comida que había dejado preparada la familia, según la versión de la Fiscalía.

La agente había notado hacía un tiempo que la comida desprendía un sabor y olor muy fuertes, por lo que instaló una cámara oculta con la que grabó al sospechoso.

Durante la investigación, los agentes intervinieron en casa del acusado una botella con la misma sustancia tóxica encontrada en la comida envenenada.

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