Todos los años, la luna llena manda y hace bailar el calendario. Desde el siglo XVI, los católicos calculan la fecha de la Semana Santa a partir del domingo siguiente a la primera luna llena de primavera y así contando hacia atrás, marcamos los festivos.
El Papa Francisco quiere poner orden a las celebraciones de manera que católicos, ortodoxos y protestantes entierren y resuciten a Jesucristo el mismo día. Por eso el pontífice plantea dos opciones de fechas fijas: la segunda o tercera semana de abril, aunque llegar a un acuerdo no es sencillo.
“La realidad ortodoxa está tan dividida, yo creo que en este momento no será fácil", asegura Claudio María Celli, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales.
Si se habla de las vacaciones, la Semana Santa más adelantada puede coincidir con las Fallas el 19 de marzo, y la más retrasada el 25 de abril. El año pasado, las celebraciones religiosas aplazaron hasta el mes de Mayo la Feria de Abril de Sevilla.
En las vacaciones manda el sol, pero en el calendario religioso el jefe de la Iglesia Católica propone, y el resto de las confesiones, sobre todo la ortodoxa, lo estudiará en un concilio extraordinario el año que viene.
