Sus palabras han sido una bocanada de aire fresco pero han sido recibidas con poca sorpresa porque el Papa Francisco nada más comenzar su pontificado dejó claro su cercania . En todos los sectores de la Iglesia destacan ese estilo sencillo que dicen ha renovado la ilusión. Cuando el papa se muestra critico con una iglesia obsesionada por el aborto o el matrimonio gay el mensaje es el mismo: la cercanía, la revolución del evangelio.
Francisco es un pastor, un párroco y esa es su forma de comunicación. En esa conversación de horas, en esas palabras que destacaba, por ejemplo, el papel de la mujer nadie debe interpretar enfrentamientos entre corrientes aperturistas y conservadoras. Ni ruptura con Benedicto XVI. El Papa Francisco es ante todo un jesuita, no hay oposición, ni enfrentamiento entre corrientes aperturistas.
Entre los feligreses valoran sobre todo su humanidad. Hoy muchos en las iglesias destacan su espiritu reformador y su autenticidad.
La cultura de la vida
El Papa Francisco ha animado a los médicos, y especialmente a los ginecólogos, a ser "testigos y difusores de la cultura de la vida", durante su encuentro con los miembros de la Federación Internacional de las Asociaciones Médicas Católicas y los ginecólogos católicos recibidos en audiencia en el Aula Clementina. A todos ellos, les ha recordado que "el objetivo final del médico siempre es la defensa y la promoción de la vida".
En esta línea, ha pedido a los presentes que recuerden a todos "con los hechos y las palabras" que la vida "es siempre, en todas las fases y a cualquier edad, sagrada y siempre de calidad. "Y no por un discurso de fe sino de razón y ciencia", ha añadido.
"No existe una vida humana más valiosa que otra, igual que no existe una vida humana cualitativamente más significativa que otra", ha remarcado Francisco, al tiempo que ha destacado la "situación paradójica" que está viviendo hoy en día la profesión médica.
