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DEBATE SOBRE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

La organización del Rally de A Coruña consideró "seguro" para espectadores el lugar del accidente

Los rallys se ven a menudo envueltos en la polémica por la seguridad de este tipo de pruebas, en las que algunos aficionados se sitúan en zonas muy peligrososas. No obstante, el alcalde de Carral, José Luis Fernández Mouriño, ha asegurado que la comisión organizadora del Rally de A Coruña y la Guardia Civil situaron a los espectadores en el lugar del accidente al considerarlo, "en teoría", "seguro".

Los accidentes en competiciones de rally se repiten cada año. La última tragedia, ocurrida en el Rally de A Coruña, abre el debate sobre las medidas de seguridad para el público que se toman en este tipo de pruebas.

Antes de comenzar, los organizadores sitúan al público y colocan vallas y balizas en las zonas más peligrosas del recorrrido. Sin embargo, lamentan que, a veces, no se puedan evitar estas tragedias. En el caso del Rally coruñés, la comisión organizadora y la Guardia Civil situaron a los espectadores en el lugar del accidente al considerarlo, "en teoría", "seguro". Es lo que ha asegurado el alcalde de Carral, José Luis Fernández Mouriño, que ha explicado que se trata de una "zona alta" donde "había arbolado", pues consideraron que el margen izquierdo de la carretera no era seguro al existir riesgo de que los coches se fuesen hacia este lado.

En este sentido, Mouriño ha indicado que, "por lógica", los coches se podrían "salir hacia la izquierda" si la curva es "hacia la derecha". Sin embargo, ha lamentado que, finalmente, fuese "al revés", pues el siniestro tuvo lugar en una recta.

Con todo, los expertos aseguran que la normativa regional debería equipararse a la nacional para evitar que estos sucesos tiñan de negro al deporte del motor, algo que ocurre con relativa frecuencia. En julio de 2014, en el Rally de Miengo (Cantabria), el piloto de uno de los coches participantes perdía el control y se salía de la vía atropellando a varios espectadores, dos de las cuales fallecieron por las heridas del impacto. En 2012 sucedió un accidente similar en el Rally Príncipe de Asturias, donde el piloto chocó contra un guardarrail y acababa con la vida de uno de los seguidores. Y en el rallysprint de Pozoblanco en 2011, dos espectadores, de 14 y 36 años, perdieron la vida tras ser atropellados a pesar de que se encontraban en una zona permitida para ver la carrera.

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