El maquinista del tren de Santiago sigue en tratamiento psicológico un año después

Francisco José Garzón asumió inmediatamente el peso de los 79 viajero fallecidos. En un primer momento permaneció recluido sometido a una gran presión social. Estuvo mucho tiempo aislado sin telefóno y sin televisión acompañados por sus familiares y amigos.

Solo se pudo obtener una imagen suya cuando entró a los juzgados a declarar.

Un año después el maquinista ya no se esconde. Recibe por la calle muestras de apoyo, además sus compañeros de trabajo cuentan que muchos viajeros del tren Alvia Madrid-Ferrol, les entregan al revisor de Renfe billetes con mensajes de animo para Francisco José.

Hoy en día Garzón está al cuidado de su madre en A Coruña, que vive muy próxima a la estación de trenes, y en ocasiones sale a comer con sus amigos a la calle. Un psicologo le ayuda todavía hoy a superar lo ocurrido aquel 24 de Julio de 2013.