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DESDE LA HOSTELERÍA AL SECTOR TEXTIL

El mal tiempo perjudica a muchos negocios en toda España

Muy pendientes del tiempo está el sector hostelero porque sus negocios dependen de que el calor llegue de una vez. Ocurre, por ejemplo, en los bares y restaurantes con terraza que ya han contratado al personal para atender las mesas al aire libre.

Casi a mediodía, hoy en Madrid la temperatura era agradable, pero nada que ver con la máxima en la capital hace un año, que era 13 grados más alta. Dónde está el sol que tanto brillaba entonces se preguntan en Valladolid, Zaragoza o Sevilla. La diferencia lo dice todo: del calor de hace doce meses no queda ni rastro.

Mal tiempo que castiga y pasa factura sobre todo a los hosteleros. Los refuerzos de verano están sin clientes que atender porque el calor no llega y las ventas se resienten. Los comerciantes no se libran. En Castilla y León los escaparates anuncian verano, pero en la calle no sueltan ni la bufanda.

Hay negocios con la colección estival intacta, y otros que sólo viven de un calor que ni está ni se le espera. En Zaragoza, las heladerías estrenan temporada, pero los pocos que compran se lo comen dentro porque fuera llueve.

Si hasta en la cálida Sevilla no se ven mangas cortas, cómo vender lo típico del verano. Bañadores o aire acondicionado se ven desde lejos. Y de momento, hasta nuevo aviso, lo del sol y el calor seguirá todavía pendiente por aparecer.

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