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EL RELOJ RECIBE SUS ÚLTIMOS RETOQUES

Madrid celebra la preparación de la Nochevieja con una gran asistencia

La Puerta del Sol está lista para recibir al 2014. Anoche miles de personas acudieron al ensayo general y comprobaron que el reloj sigue marcando la hora con precisión suiza. Las 'pre-campanadas' ya son una tradición más de las Navidades en Madrid.

Un año más los madrileños, especialmente los jóvenes, han celebrado la antesala de la Nochevieja en la Puerta del Sol con una fiesta de preparación que cada vez se asemeja más a la celebración del 31 de diciembre y cuya afluencia de público se acerca, si no supera ya, a la del final de año.

Un fuerte dispositivo de la Policía Municipal y la Policía Nacional ha controlado todos los accesos al centro neurálgico de la capital con la intención de evitar que se introdujeran en Sol envases de vidrio y botellas y para impedir la venta ambulante que sí se producía en las calles aledañas.

Asimismo, Emergencias Madrid ha dispuesto aproximadamente de 50 sanitarios entre médicos, enfermeros y técnicos con la ayuda de 3 vehículos de intervención rápida, 4 ambulancias convencionales y 16 equipos a pie con distintas funciones, ha informado uno de los coordinadores del servicio.

El objetivo de estos profesionales y voluntarios es el de dar cobertura sanitaria al evento así como de preparación para la nochevieja de mañana aunque, como comentan desde Emergencias Madrid, el día 31 "la gente viene más tarde y hay más aglomeración".

Según el 112, apenas ha habido incidentes y los servicios sanitarios solo han tenido que asistir a 4 heridos de carácter leve y muy leve. Entre los asistentes había un gran número de madrileños aunque también habitantes de otras ciudades como Toledo, Valencia, Badajoz o Barcelona así como distintos visitantes de otras nacionalidades que se encontraban por primera vez en Madrid y no terminaban de entender esta nueva tradición.

Por ejemplo, una familia de Francia y Argelia aprovechaba sus vacaciones de Navidad para tomar las 12 uvas con sus hijos en la víspera de la última noche del año.

Los asistentes, muchos de los cuales repetían tras acudir a la Puerta del Sol el año pasado, han comido desde las tradicionales uvas hasta gominolas, turrón, palomitas o gajos de mandarinas regadas con todo tipo de bebidas que iban desde el champán o el cava hasta lambrusco, ron, cerveza o sidra.

Además no han faltado los gorros, cada vez más llamativos, el espumillón, los globos o los matasuegras a los que se han unido, tras las 12 campanadas, diversos villancicos cantados por algunos de los más jóvenes.

Uno de los detalles que más ha llamado la atención de los presentes ha sido el dron que recientemente ha adquirido el Ayuntamiento de Madrid para colaborar en los servicios de emergencias dentro del proyecto SOS-Drone y que ha sido utilizado esta velada también como preparación para la noche de mañana.

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