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SANTIAGO DE COMPOSTELA | PETICIÓN DE MUERTE DIGNA

Los padres de Andrea piden dejar "trabajar al juez" en el caso de su hija

El caso de la pequeña Andrea, enferma terminal, vive un paso decisivo para saber si finalmente el juez admite la petición de los padres de dejar morir a la niña. El juez escuchará a los padres de la menor y a la parte enfrentada a ellos: los médicos del Hospital en el que está ingresada. En un plazo de 10 días el magistrado tendrá que decidir si le quita o no el soporte que la mantiene con vida. A su llegada al juzgado, los padres de la menor han pedido que se deje "trabajar al juez".

El juzgado número 6 de Santiago reúne este lunes a los padres de Andrea y al Hospital Clínico antes de tomar una decisión sobre el futuro de la pequeña. El juez ya tiene en su poder el historial médico de la niña, todos los detalles de su enfermedad neurodegenerativa irreversible y de su evolución desde su ingreso en el centro hace ya cuatro meses.

También el documento del Comité de Ética que apoya a los padres en su voluntad de retirar la alimentación artificial a su hija, de que sea asistida en el hospital y de que se considere la sedación paliativa. Asimismo, se contempla la declaración de la Organización Médica Colegial, contraria a mantener la vida artificial ante un caso irreversible. Enfrente, los pediatras que asisten a Andrea. En su informe, en manos del juez, explican que la paciente no está en situación terminal, que no padece sufrimiento y que dejarla morir de hambre supondría una eutanasia activa.

Pero los padres insisten en pedir a Pediatría que suspenda el soporte vital por el cual Andrea recibe líquidos y nutrientes en el estómago porque el tratamiento, aseguran, sí le causa dolor. Los progenitores solicitan el fin de su agonía. Una muerte digna, insisten, mediante sedación. El juez de Santiago tiene ahora la última palabra.

Los padres de la pequeña han pedido que sea la justicia la que se pronuncie sobre este caso. Lago, el primero en llegar a los juzgados de Fontiñas para la audiencia en la que el juez debe decidir sobre la retirada de las medidas que mantienen con vida a la niña tras recibir el informe del comité de ética y el de Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), ha pedido "dejar trabajar al juez".

La mujer ha llegado después que el marido, que ha entrado acompañado por el letrado que los asiste, Sergio Campos. Este abogado ha presentado una solicitud de suspensión del tratamiento médico que está recibiendo la paciente debido a la "extrema gravedad" de su situación clínica y a la "absoluta irreversibilidad" de su dolencia.

"La vida de Andrea durante todos estos años no ha sido nada fácil y consideramos que con esta medida su futuro pueda ser un poco más dulce y fácil", explicó a los periodistas el pasado día 2 de este mes y a las puertas del hospital, donde consideró que "la razón nos asiste y la ley está de nuestra parte".

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