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ES LA SEGUNDA TESTIGO EN PRESTAR DECLARACIÓN

Una de las jóvenes heridas en la avalancha del Madrid Arena: "Pensé que me quedaba sin piernas allí"

Estefanía Sancho, una de las jóvenes que quedó atrapada en la avalancha del Madrid Arena, ha contado que llegó a estar tumbada con la mitad de su cuerpo en una sala pero las piernas metidas entre la marea de la gente.  Ha explicado que logró salir gracias a que una amigo suyo tiró de ella "con muchísima fuerza"

Una de las jóvenes que quedó atrapada en la avalancha mortal que se produjo en el Madrid Arena ha dicho en el juicio que llegó a estar tumbada con la mitad de su cuerpo en una sala y la otra entre la marea de la gente: "Pensé que me quedaba sin piernas allí".

Estefanía Sancho ha sido la segunda de los cinco testigos citados hoy en prestar declaración en la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid. A su llegada al recinto, la joven ha contado que únicamente pasó por un control en el que la pidieron la entrada. "Cogieron directamente la entrada y entramos", ha precisado.

Entonces, ha continuado, llegó a la fiesta pero al ver la "cantidad de gente que allí había" optó por salir por "el camino que le pillaba más a mano", que no era otro que el túnel donde se produjo la avalancha mortal.

De repente, ha explicado que empezó a notar a gente empujando e inmediatamente comenzaron a caerse los unos encima de los otros. "Yo estaba al lado derecho y conseguí meter un poco mi cuerpo en un cuarto. Tenía el cuerpo metido en ese cuarto pero las piernas metidas en esa gente. No podía moverme", ha añadido.

Finalmente logró salir gracias a que una amigo suyo tiró de ella "con muchísima fuerza" y pudo dejar encajadas las botas que llevaba puestas para así sacar las piernas. "Pensé que me quedaba sin piernas allí", ha subrayado.

En todo ese tiempo, ha apuntado que sólo vio a un chico de seguridad que movía las manos para echar la gente atrás "pero eso era incontrolable". Luego, ha seguido, "había otro chico de seguridad en el cuarto que le temblaban las manos y decía 'Dios mío, Dios mío'". Y ha concluido: "Cuando me metí en el cuarto no me atreví a asomarme después". Salió descalza del recinto, ha agregado.

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