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OTRO SE ENCUENTRA HERIDO DE GRAVEDAD

Muere un bombero en el incendio de un edificio histórico del centro de Oviedo

La muerte del bombero, de 56 años, casado y con dos hijos, se ha producido a causa del derrumbe del edificio, de finales del siglo XVIII. El incendio se ha producido en una de las vías con mayor actividad comercial de la ciudad, al parecer por un cortocircuito.

Un bombero de Oviedo, de 56 años, casado y con dos hijos, ha muerto y un compañero suyo ha resultado herido de gravedad al derrumbarse un edificio histórico del centro de la ciudad en el que se había declarado un incendio de gran magnitud y en cuya extinción se encontraban trabajando. El derrumbe este edificio de finales del siglo XVIII y reformado completamente en el año 2000 tuvo lugar poco antes de las 16:30 horas, cuando los bomberos ya habían dado por controlado el fuego iniciado unas cinco horas antes en la segunda planta de este inmueble de cinco alturas situado en calle Uría, la avenida más comercial de la capital del Principado.

El fuego calcinó completamente el número 58 de esta calle, en el que se situaban las oficinas de la Federación Asturiana de Concejos y de la delegación regional de Asociación de las Comarcas Mineras de Asturias (ACOM), así como la delegación regional de la cervecera Mahou, un centro de estética y una vivienda particular. En el momento en el que se originaba el incendio se encontraban en el edificio dos trabajadores de la FACC, algunos de la delegación comercial, un trabajador de ACOM y una empleada de la vivienda particular que, según testigos presenciales, abandonaron rápidamente, pero sin problemas, el edificio en llamas.

Según las primeras hipótesis, el fuego se inició por un cortocircuito en la segunda planta del edificio, el piso en el que reside el propietario de todo el inmueble, que se encuentra en mitad de la calle Uría, a escasos metros de un gran centro comercial y de numerosas sucursales bancarias y comerciales. Se trata de un edificio con abundante madera, ya que tanto el tejado como la escalera y los balcones son de ese material, lo que provocó que las llamas se extendiesen rápidamente por todo el inmueble.

El fuego, que provocó una gran humareda, visible desde toda la ciudad, afectó también a dos edificios más: el número 56 de la calle Uría y el número 25 de la colindante calle de Melquiades Álvarez, con los que compartía patio. La magnitud de las llamas movilizó a la práctica totalidad del cuerpo de bomberos de Oviedo que, dos horas después de iniciar las labores de extinción, requirió el apoyo de efectivos del 112 de Asturias, que trasladó hasta la zona varias dotaciones de apoyo.

El incendio congregó en sus inmediaciones a numerosas personas que poco antes de las 16:30 horas pudieron ver cómo el edificio se desplomaba, quedando en pie sólo una parte de su fachada. En ese momento había en su interior dos bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Oviedo que quedaron atrapados y que tuvieron que ser rescatados por sus compañeros, uno de ellos con una rotura de fémur y contusiones de las que está siendo atendido en el Hospital Central de Asturias, y el otro fallecido.

El suceso ha llevado a que el Ayuntamiento de Oviedo haya decretado tres días de luto y a que las banderas ondeen durante ese tiempo a media hasta. El Gobierno del Principado y los partidos de oposición también han trasladado muestras de condolencia por la muerte del bombero que participaba en la extinción de este incendio. Las labores de extinción fueron seguidas por el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez; el alcalde de Oviedo, el socialistas Wenceslao López, y el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo. Éste último ha señalado que, una vez sofocado el incendio, será necesario seguir con trabajos de apuntalamiento de los edificios adyacentes.

Los bomberos dieron por extinguido el incendio hacia las 19:00 horas, aunque junto al edificio permanecían aún a primera hora de la noche varias dotaciones de bomberos encargadas de labores de enfriamiento y vigilancia.

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