La inmigración ya no es un fenómeno nuevo en España. Han pasado muchos años desde que llegaron los primeros inmigrantes. Muchos de ellos vinieron con sus hijos pequeños, y otros han tenido a sus hijos aquí. Ahora disponemos de datos sobre si esos hijos de inmigrantes se sienten integrados en España. Y la sensación mayoritaria es que sí.
Se ha hecho un seguimiento a cerca de 7.000 alumnos hijos de inmigrantes estudiantes de la ESO y cuatro años después se ha comprobado que el 80 % continúan con sus estudios. Prácticamente ninguno se ha vuelto a su país.
Si en 2008 el 30 % aspiraba a llegar a la universidad, la cifra ya ha crecido hasta el 65 %. Cada vez se sienten menos discriminados en las aulas, cada vez hay mayor integración.
Los que tinene mejores calificaciones: venezolanos, argentinos y chinos. Por el contrario, las peores notas por lo general se reparten entre marroquíes, bolivianos y dominicanos. Los que más abandonan fueron los chinos, pero los que se quedan, que son el 50 %, son alumnos ejemplares.
En esta encuesta han comprobado que el proceso de integración es lento pero constante. Comparten cada vez más aspiraciones educativas con los jóvenes españoles.
