Un centenar de personas han sido desalojadas de la finca de Es Galatzó debido a la proximidad del incendio que desde el viernes se extiende por el oeste de la Sierra de Tramuntana de Mallorca, que avanza hacia esa zona a causa del cambio en la dirección del viento.
Un portavoz de la Dirección General de Emergencias ha explicado que el viento ha rolado a noroeste y está obligando a reordenar la distribución de algunos efectivos, aunque el grueso del trabajo se centra todavía en Estellencs para evitar que las llamas alcancen el pueblo, del que fueron evacuadas 700 personas.
El cambio en la dirección del viento amenaza con ampliar más el perímetro del incendio, que, según las estimaciones a mediodía, comprende un área de unas 1.800 hectáreas. En la finca Es Galatzó, propiedad del Ayuntamiento de Calviá y situada en las faldas del pico del mismo nombre, de poco más de 1.000 metros de altura, había a primera hora de la tarde 83 excursionistas y 12 trabajadores a quienes se ha ordenado que salgan de la zona.
Está prevista una nueva reunión de los máximos responsables del operativo para hacer un nuevo balance de la situación y determinar las prioridades de actuación de cara a la retirada de los 28 unidades aéreas que realizan descargas de agua sobre los frentes abiertos por el fuego. Sobre el terreno trabajan unas 400 personas pertenecientes a cuerpos de bomberos, brigadas estatales y del Instituto Balear de la Naturaleza, miembros de la Unidad Militar de Emergencias, sanitarios y agentes de organismos de seguridad.
Estos efectivos terrestres son relevados periódicamente por otros compañeros, con lo cual hay un total de 800 personas trabajando para sofocar el fuego en la Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad. A estos se sumarán esta noche 84 militares con 31 vehículos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) enviados para reforzar la lucha contra este incendio, el mayor que se registra en Mallorca desde 1999.
