Miguel Ángel Flores, principal acusado por la tragedia del Madrid Arena.

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JUICIO MADRID ARENA

La Fiscal cree que Flores vendió 6.000 entradas más del aforo permitido en el Madrid Arena

Según el escrito de conclusiones, la fiscal cree que Miguel Ángel Flores, el principal acusado del jucio del Madrid Arena, vendió un número superior a 10.951 entradas físicas. En total estima que vendió unas 6.000 entradas más, siendo el aforo total de 10.620 personas.

La Fiscalía considera que el promotor de la fiesta del Madrid Arena, Miguel Ángel Flores vendió 16.493 entradas y no 22.800, como recogía en su escrito de acusación provisional, para un evento que tenía un aforo máximo de 10.620 personas.

Según el escrito de conclusiones definitivas, la fiscal Ana Muñoz cree que el principal acusado del juicio vendió "un número no inferior a 10.915" entradas físicas -sin que conste el número exacto- y 5.578 entradas a través de internet.

El aforo total de 10.620 personas estaba dividido por plantas: 3.000 personas en cota 11, 3.920 en cota 5 y 3.700 en cota 0 -donde se encontraba el vomitorio en el que ocurrió la avalancha que costó la vida a cinco jóvenes-.

Según el Ministerio Público, los acusados Francisco del Amo, Santiago Rojo, Miguel Ángel Morcillo, José Antonio Díaz Romero y Miguel Ángel Flores deberían haber ordenado "la correcta distribución de los asistentes por las distintas plantas del pabellón".

En su lugar, Morcillo abrió las puertas de cristal situadas en el muelle Mónico, consideradas vías de evacuación y por las que accedieron los asistentes durante 30 minutos, dirigiéndose muchos de ellos directamente a la pista y "contribuyendo con ello a la saturación" del túnel mortal.

La Fiscalía también acusa a los controladores de acceso, por no distribuir a los jóvenes por plantas "de forma que no hubiera en cada una de ellas más asistentes de los autorizados por Madridec".

Estos controladores recibieron órdenes de Flores y de los socios de Kontrol 34, Carlos Manzanares y Emilio Belliard -también acusados-, para que las puertas de los vomitorios "permanecieran cerradas a fin de impedir el tránsito de asistentes por los mismos".

Según han mantenido las acusaciones particulares durante el juicio, el progresivo cierre de accesos a lo largo del recinto con el fin de agolpar a los jóvenes en la pista para que el dj Steve Aoki pudiese hacer un espectáculo con una balsa, fue una de las principales causas de la avalancha.

El Ministerio Fiscal ha mantenido la pena de cuatro años de prisión para el principal acusado Miguel Ángel Flores, pero ha rebajado de dos años y medio a un año y seis meses de cárcel la petición de pena para los jefes del equipo médico del evento, Simón y Carlos Viñals.

La Fiscalía considera ahora que los doctores son autores de un delito de homicidio por imprudencia grave cada uno, al haber atendido Simón a la víctima Cristina Arce y Carlos a Rocío.

Según el relato de conclusiones finales, ambos "omitieron varias de las actuaciones indicadas para una reanimación cardiopulmonar de calidad, cuya realización hubiera mejorado sustancialmente la supervivencia de ambas".Por ello, les acusa de un fallecimiento a cada uno, en vez de los dos para ambos, lo que reduciría su pena.

La Fiscalía también ha rebajado la petición de pena al director general y número 2 de Diviertt, Santiago Rojo; al jefe de personal y número 3 de Diviertt, Miguel Ángel Morcillo, y al jefe de equipo de Seguriber durante la fiesta, Jose Antonio Díaz Romero; para quienes pide dos años y seis meses de prisión en vez de tres.

Eso sí, ha retirado la acusación contra el técnico de operaciones de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos (Madridec) José Ruiz Ayuso, quien ha roto a llorar poco después.

En cuanto al resto de procesados, la fiscal ha mantenido la petición inicial y sigue pidiendo la misma cantidad de indemnización para las familias de las fallecidas, entre 343.700 y 243.600 euros.

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