Expertos advierten de que tres meses de inactividad pueden resultar excesivos para los escolares

Matémáticas, lengua e inglés, son las asignaturas que tienen que repasar durante el verano. Ejercicios de distintas materias para afianzar los conocimientos adquiridos durante el curso. 

Hacer una buena planificación del tiempo, personalizar los deberes ajustándolos a los ritmos de aprendizaje de cada uno e involucrarse en su educación. Son consejos para motivar a los hijos.

"Si llegamos a acuerdos y negociamos cómo hay que estudiar, va a ver una mejora hacia la incorporación del conocimiento", asegura Carlos Fernández, el presidente de la Asociación de Profesores de Madrid.

Conocimiento que también se adquiere con actividades como cocinar, escribir un diario, ir a museos, o ayudar con las tareas de casa. Son ocupaciones que refuerzan competencias y habilidades.

El contacto con la realidad es algo que necesitan muchos alumnos. Cualquier esfuerzo que se haga para que los alumnos vinculen las cuestiones académicas con cuestiones que tienen que ver con su vida, va a aumentar su motivación.

El verano es la recompensa al esfuerzo y al trabajo realizado y se puede aprender sin que se convierta en una obligación.