Los drones, también al servicio del medioambiente

Alza su vuelo pero solo hasta los 25 metros, porque este dron cerca del agua es capaz de detectar una mancha de amoniaco. Se preguntarán cómo. Pues por el olfato.

"Es un detector que lo huele -explica Nieve Murillo, la directora del proyecto 'Drones'-. Hace un cambio de sus propiedades de resistencia y emite una señal".

Pero no sólo eso. A 60 km. por hora ofrece, gracias a sus cámaras, imágenes de la zona contaminada.

"Con un ratón y un click de ordenador cualquiera puede cambiar el perfil de vuelo, la misión y puede usarlo cualquier persona", comenta Eduardo Cano, el director técnico de 'Drones'.

Tiene una autonomía de vuelo de una hora, con una doble visión. "Hay dos cámaras -dice el ingeniero Marcos Alakarri-, una enfrente y una abajo".

Todo ello se recibe en una sala de pantallas en la que intentan evitar que la mancha contaminante se extienda.

"Teniamos una forma de estudiar la trayectoria y ahora añadimos imágenes en tiempo real de cómo están sucediendo los hechos", amplía Antonio Novas, de Salvamento Marítimo.

Y a esto se le suman los datos y planos que ofrece un submarino no tripulado. La tecnología más puntera al servicio, esta vez, del medioambiente.