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Acusado de un delito de violación de la intimidad

Detenido por espiar a su novia mediante el teléfono móvil

Con la excusa de actualizar su terminal, un joven  de 23 años instaló un programa que le permitía saber en todo momento dónde se encontraba su pareja o con quién estaba hablando. La Guardia Civil le ha arrestado como supuesto autor de un delito de violación del derecho a la intimidad.

Son aplicaciones que pueden localizar donde está una persona y qué mensajes manda. También con quién habla. Se ofrecen a precios accesibles y no están prohibidas ya que, se supone, que si las instalas en tu teléfono es porque quieres estar localizable.

Pero en este caso el joven de 23 años la instaló en el terminal de su novia para saber todo sobre ella. Las nuevas tecnologías jugaron, en un principio, a favor del novio celoso. Ella, además, no había protegido su teléfono.

Pero la novia no puso aplicaciones de seguridad. Eso sí, al ver que se le acababa muy rápido la batería, comenzó a sospechar. Lo denunció a la Guardia Civil. Su novio era el principal sospechoso. Fue detenido y acusado de violar el derecho a la intimidad.

No sólo en aplicaciones está el riesgo; internet está lleno de lugares ocultos para los más curiosos de las vidas ajenas. Incluso las fotos que se cuelgan ingenuamente en las redes sociales pueden ser utilizadas para fines delictivos. La nueva era de las tecnologías ha traído también una nueva era de la privacidad.

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