Publicidad

UNA VÍCTIMA AYUDÓ A LA POLICÍA

Desarticulan en Málaga una red de prostitución de mujeres

Trece personas han sido detenidas en una operación contra la explotación sexual de mujeres en la Costa del Sol. Los proxenetas captaban a sus víctimas en sus lugares de origen y las obligaban a prostituirse en locales de alterne en Mijas y Fuengirola. Una de las chicas consiguió escapar y avisar a la Policía.

Los proxenetas regentaban dos locales de alterne en Fuengirola y en Mijas, este último destinado a clientes de muy alto poder adquisitivo. Además, los miembros de la organización se dedicaban, también, al robo de dinero en cajeros automáticos mediante el método del ‘tenedor’, con el que se consigue retener el dinero

La investigación comenzó el pasado mes de mayo, cuando agentes de la Policía Nacional que patrullaban por la estación de tren de Santa Justa, en Sevilla, observaron a una mujer llorando. Al acercarse para ayudarla, ésta explicó que había huido de una organización que la obligaba a ejercer la prostitución contra su voluntad.

La joven también explicó que había sido vendida en Rumanía por su propia pareja sentimental a una organización que la trasladó a un piso de Bucarest. En ese piso comenzaron las agresiones.

Días más tarde fue traída a España, concretamente a Fuengirola (Málaga), donde fue obligada a ejercer la prostitución en un club de alterne. En todo momento estaba acompañada por sus explotadores, quienes, al final de cada jornada, se encargaban de recoger todas las ganancias obtenidas. En estas condiciones permaneció hasta que, en un descuido, consiguió escapar de sus explotadores y llegó a entablar contacto con la Policía en Sevilla.

Una vez le fue proporcionada a la víctima la protección que necesitaba comenzaron las pesquisas, que permitieron averiguar cómo trabajaba esta red de proxenetas.  Parte del grupo se encargaba de la captación de víctimas en sus países de origen (Rumanía, República Dominicana, Venezuela, etc.) Una vez en España, las víctimas eran renovadas con frecuencia y rotaban continuamente por los distintos locales de la organización, lo que permitía captar nuevos clientes cada día.

Fruto de los enormes beneficios obtenidos de esta actividad delictiva, además de clubes de alterne, la organización había adquirido una villa de lujo en la localidad de Mijas (Málaga), donde era atendida una clientela más selecta.

Las víctimas eran controladas en todo momento por miembros de la organización que hacían las veces de “encargados” de los locales, así como por los “relaciones públicas”.. Una vez terminaban su jornada, debían abonar el importe íntegro de las consumiciones y servicios sexuales prestados a los “encargados”, siendo ellos los que posteriormente repartirían los beneficios entre el local y las víctimas:

Cuando no estaban trabajando, las mujeres eran encerradas en habitaciones en muy malas condiciones de salubridad e higiene, lo cual contrastaba enormemente con el lujo y el cuidado que la organización daba a la parte de los inmuebles dedicada al alterne y la prostitución.

Los investigadores averiguaron que la organización, además de a la trata de mujeres con fines de explotación sexual, se dedicaba también a la colocación de “tenedores” en cajeros automáticos, para lo que contaba con miembros especializados. Este tipo delictivo consiste en instalar en cajeros automáticos de entidades bancarias un dispositivo que atrapa el dinero de los clientes, que creen que el cajero sufre algún tipo de anomalía.

La operación se ha llevado a cabo en dos fases: una primera en la que han sido detenidos cuatro individuos y una segunda, en la que se ha arrestado a un total de nueve personas. Se han practicado tres registros, dos en locales de alterne y uno en un domicilio particular, en los que se han incautado pasaportes de potenciales víctimas, varias papelinas de sustancia estupefaciente, 4.500€ en efectivo y numerosos utensilios para la realización de los “lazos libaneses” en cajeros automáticos.

Publicidad