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HAN RECUPERADO NUEVE COCHES

Desarticulan una banda dedicada a falsificar vehículos sustraídos de Italia para venderlos posteriormente en España

La Guardia Civil y los Carabinieri han detenido a 13 personas que cambiaban el número de bastidor y la matrícula de los coches y falsificaba los permisos de circulación y las cartas de propiedad para vender los coches robados en España.

La Guardia Civil y los Carabinieri de Italia han desarticulado una organización criminal presuntamente dedicada a falsificar vehículos que sustraían en Italia para posteriormente venderlos en España, en lugares como Algeciras (Cádiz).

La banda cambiaba tanto el número de bastidor y la placa de matrícula italiana como los permisos de circulación y las cartas de propiedad. Una vez en España, desde una empresa de Sueca (Valencia), rematriculaban los coches para venderlos y así culminar la estafa.

En una operación conjunta, los agentes han detenido a 13 personas (ocho en España y cinco en Italia) e investigan a dos más, todas de entre 25 y 60 años. La investigación ha permitido recuperar nueve coches de los diez falsificados, informa el Ministerio del Interior en un comunicado.

'Macchina' arrancó cuando los efectivos detectaron la posible existencia de varios vehículos que habían sido sustraídos en Italia y podrían circular por vías españolas. Los sospechosos daban una apariencia de legalidad a los coches, ya que coincidían la matrícula falsa italiana, el número de bastidor (VIN) modificado y la documentación falsa que amparaba la situación de cada vehículo.

Tras las pesquisas, los investigadores detectaron que el nexo común entre los turismos inspeccionados era una empresa situada en el polígono industrial de la localidad valenciana de Sueca, regentada por dos ciudadanos de origen italiano.

Coches con pocos kilómetros y seminuevos

El modus operandi consistía en sustraer vehículos en Italia con pocos kilómetros y recientemente nuevos, junto a permisos de circulación italianos en blanco para introducir datos falsos a voluntad.

En los vehículos de alta gama, los falsificadores elaboraban cartas de propiedad italianas que dotaban de mayor credibilidad mediante el procedimiento administrativo de matriculación en España. Finalmente, doblaban la matrícula de otro vehículo de la misma marca y modelo, cuya localización estaba en Italia y nunca había sido denunciado, por lo que era prácticamente indetectable la situación de ilegalidad en España.

También manipulaban el número de bastidor (VIN) de cada vehículo eliminando el original y troquelando otro que , e manera premeditada, coincidiría posteriormente con la documentación que iban a elaborar al efecto.

El número de bastidor, una vez troquelado con la nueva numeración, era pintado de nuevo. De esta forma, solo expertos especializados en la sustracción de vehículos o profesionales dotados de maquinaria específica serían capaces de detectar la falsificación.

En cuanto a la documentación referente a los permisos de circulación italianos, los miembros de la red manipulaban su número de serie con una simple operación de raspado con precisión milimétrica, como convertir una 'E' en una 'F' raspando la parte inferior o una 'B' en una 'P' raspando la curvatura inferior.

Un ingeniero falsificaba las emisiones de CO2

En el transcurso de la investigación, los agentes detectaron que un ingeniero técnico de Cullera (Valencia) realizaba las fichas simplificadas de las características necesarias en los vehículos de importación, donde expresaba las del número de bastidor troquelado. Llegó incluso a modificar las emisiones de CO2 para intentar que el cabecilla pagase menos impuestos en el impuesto de transferencia patrimonial.

Cumplido ese trámite, la banda se dirigía a una ITV, donde un ingeniero técnico de la estación daba por buenas las características técnicas de los vehículos, cuando en realidad no se correspondían a los coches presentados.

Posteriormente, estos turismos eran introducidos en concesionarios de las localidades valencianas de Sueca y Manises, donde se ponían a la venta sin que los responsables supieran su procedencia. Desde la Guardia Civil destacan que la 'maquillación' de los vehículos estaba tan conseguida que cuando presentaban la documentación italiana para obtener una matrícula y la documentación española no se detectaba la falsificación.

Por este motivo, la Benemérita solicitó la colaboración de la Jefatura Provincial de Trafico de Valencia para inspeccionar todos los expedientes de matriculación de vehículos que habían sido importados desde Italia, con el fin de detectar la posible manipulación de los permisos de circulación italianos.

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