La piscina de la cárcel de Pamplona

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TRAS CUATRO AÑOS

Las cárceles catalanas reabren las piscinas para presos

Carles Mundó, conseller de Justicia, ha decidido reabrir las piscinas alegando que estas son "una herramienta más en la rehabilitación social de los presos".

El departamento de Justicia de la Generalitat ha reabierto este verano las piscinas para presos de los cinco centros penitenciarios catalanes que disponen de ellas y que permanecían cerradas desde hacía cuatro años.

Según han informado fuentes de Justicia, las piscinas "no son un espacio de ocio para los internos", sino que sólo pueden acceder a ellas los reclusos incluidos en determinados programas de rehabilitación que incluyan esta posibilidad.

Son cinco las prisiones que tienen piscina: Brians 2, el Centro Penitenciario Joves (junto a Quatre Camins), Lledoners, Puig de les Basses y Mas d'Enric. Estas dos últimas piscinas son nuevas y no se habían estrenado hasta este verano.

Según las fuentes, en anteriores mandatos había aducido razones presupuestarias para no abrir las piscinas penitenciarias, el coste anual de las cinco piscinas abiertas es de 17.000 euros, que es el coste de los socorristas, porque, aunque estaban cerradas, seguían teniendo un mantenimiento cada año.

La decisión de no abrir las piscinas de las cárceles la adoptó la exconsellera de Justicia Pilar Fernández Bozal, en una época de recortes de la Generalitat que incluyeron las pagas de los funcionarios, lo que suscitó polémica por las piscinas para los reclusos.

El conseller de Justicia, Carles Mundó, ha decidido este verano revocar la decisión de sus antecesores porque la piscina, según las mismas fuentes, "es una herramienta más en la rehabilitación social de los presos". Los sindicatos de prisiones han criticado la medida de reabrir las piscinas porque dicen que los recursos que se dedican, podrían ir destinados a mejorar la dotación que tienen y que consideran insuficiente.

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